El Sevilla tiene que comenzar hoy a pisar el acelerador a fondo si no quiere quedarse más descolgado de la zona noble de la tabla. Enfrente trendrá al Real Valladolid, un equipo que también presenta importantes bajas pero que saldrá con el firme propósito de luchar por un triunfo que se le resiste desde hace más de mes y medio y, de este modo, remontar el vuelo y alejarse de la frontera con la zona de descenso.
El Sevilla buscará cambiar la racha en un estadio “maldito” en algo más de los últimos tres lustros, ya que no gana en dicha cancha desde la campaña 1996-97 (0-1). El triunfo (2-1) de la última jornada, ante el Almería, lo que supuso el segundo de la actual campaña, ha servido al Sevilla para alimentar su estado anímico ante un choque que se considera complicado por cuanto el estadio castellano ha sido poco propicio para los sevillistas en sus ocho últimas visitas.
Para el choque en Valladolid el técnico Unai Emery tiene una “plaga” de lesiones como las de Marko Marin, Fazio, Mbia y Cherysev, a los que se unen las bajas de última hora de Ivan Rakitic y Piotr Trochowski mientras que se han recuperado a tiempo Gameiro y Nico Pareja, incluidos en la convocatoria.
Además, Unai Emery recupera a Juan Cala, una vez cumplida su sanción, lo que le llevaría a estar en el eje de la zaga. También tiene el Sevilla otro factor adverso: la última victoria a domicilio en la Liga se remonta a septiembre del 2012, en la quinta jornada, cuando se impuso (0-2) en Riazor al Deportivo.
No obstante, en la plantilla sevillista se confía en que, por fin, se quiebre la racha y llegue el primer triunfo a domicilio con la visita al Nuevo Zorrilla pese a que el Valladolid en su feudo solo ha ganado un partido y empatado otro de los cuatro ahí disputados, lo que le ha llevado a estar en la zona baja de la tabla clasificatoria.
