jueves, 29 de agosto de 2013

El Sevilla europeo arrasa con todo

Al Sevilla europeo no hay quien le tosa. Primero pasó por encima del Mladost Podgorica, al que ganó 3-0 en casa y 1-6 fuera; y, ahora, ha hecho lo mismo con el Slask Wroclaw, un equipo de mayor potencial que el montenegrino pero que tampoco pudo con el Unai Emery: 4-1 en la ida y 0-5 este jueves en tierras polacas, donde el Sevilla espantó el fantasma de las rondas previas y certificó su clasificación para la fase de grupos de la Europa League.

La goleada sobre el Slask llegó cuando los nervionenses apretaron los dientes, exprimieron su pegada e impusieron su superioridad técnica sobre un rival que no pudo con todo ello.

Lesionados Fazio, Nico Pareja, Carriço y Reyes, y sin poder contar ni con Cristóforo ni con el recién llegado Mbia, Emery buscó certificar el pase a la fase de grupos con un once en el que Diogo ocupó el puesto de Coke en el lateral derecho, Cala y Fernando Navarro actuaron como centrales y Alberto Moreno se situó en el flanco izquierdo.

SERIEDAD Y PEGADA. Rakitic volvió a ejercer de cerebro desde la posición de mediocentro, donde le acompañó Iborra, mientras Jairo, Rabello y Víctor Machín se situaban en la media punta para hacer estragos a medida que fueron pasando los minutos, con Bacca, bigoleador, arriba. Marko Marin, Gameiro y Perotti, habituales titulares, vieron el inicio del encuentro sentados en el banquillo y sólo el argentino salió en la segunda parte.

La historia del partido bien pudo cambiar a los doce segundos de juego. Un tremendo error de Diogo dejó la pelota en pies de Plaku, quien la la pelota junto al palo izquierdo y vio cómo Beto evitaba milagrosamente el gol. El Slask, sin tres pilares como Paixao, Stevanovic y Dudú por sanción, salió con valentía, dispuesto a lograr la proeza. Su presión en campo rival propició pérdidas muy peligrosas en el Sevilla, que apenas lograba sacudirse este asedio inicial.

Víctor Machín –se quedó solo ante el portero pero el árbitro pitó fuera de juego inexistente– y Rabello –con un disparo desviado por muy poco tras una gran acción individual (14’)– metieron el miedo en el cuerpo al Slask, aunque fue Rakitic, onmipresente, quien dijo “aquí estoy yo”.

RAKITIC IMPONE SU LEY. Concentrado en defensa y a la hora de crear juego, el croata se hizo con un balón en las inmediaciones del área y batió a Gikiewicz de fuerte disparo que el guardameta se comió (22’). Un gol que acercaba aún más la clasificación si cabe, aunque no por ello el Slask se hundió. Mila y Patejuk rozaron el empate, pero el Sevilla, gracias a una gran internada de Jairo que Bacca culminó empujando la pelota a placer, disipó cualquier duda (0-2, m. 37).

Carente ya de historia, el partido deparó más goles en la segunda parte. El Slask perdió fuelle, algo que no hizo el Sevilla. Jairo pidió paso, rozó el gol y al final recibió su premio tras una brillante acción individual (0-3, m. 71). Y no se quedó ahí: poco después creó la jugada y el pase que permitió a Perotti hacer el 0-4. Bacca, tras error del portero, firmó el quinto y definitivo tanto de un Sevilla que dio la cara e hizo un partido muy serio.