viernes, 23 de agosto de 2013

Despertó a tiempo para ganar al Slask

El Sevilla, que estuvo muchos minutos a la deriva, despertó en la segunda mitad, se aprovechó de la expulsión del brasileño del Slask Dudú y dejó un 4-1, con la aportación doble del alemán Marko Marin, para ir con garantías a Polonia y cerrar el pase a la fase de grupos de la Liga Europa. Estuvo fallón en el ataque y con grandes despistes defensivos y eso engrandeció a un rival que mostró buenas maneras hasta que en el minuto 55 se quedó con un jugador menos sobre el terreno de juego.

Salió el Sevilla con hasta seis jugadores que no fueron titulares cuatro días antes en el debut de la Liga en este mismo escenario ante el Atlético de Madrid, lo que da una idea de que el equipo que entrena Unai Emery, muy renovado en este ejercicio, aún está en formación y que el técnico guipuzcoano quiere darle minutos a todos en estos inicios de la temporada.

Emery había tratado este choque con toda la seriedad posible, pues las dos anteriores experiencias sevillistas en las previas europeas eran negativas.

El conjunto que entrena el checo Stanislav Levy pronto demostró que su fútbol es ofensivo, que mueve rápido el balón al contragolpe y que tiene mucho físico, lo que creó incertidumbre a los aficionados debido a las carencias defensivas que ofrece el Sevilla. A todos estos problemas el conjunto hispalense añadió que llega mucho a las inmediaciones del área rival pero no define sus ocasiones de gol y que a las primeras de cambio el centrocampista francés Geoffrey Kondogbia pidiera el cambio por molestias físicas.

Esto se tradujo en el 0-1 poco después de rebasado el cuarto de hora, en un preciso remate de cabeza del portugués Marco Paixao. La formación local se volcó en ataque, gozó de grandes ocasiones para marcar, del croata Iván Rakitic, el chileno Brian Rabello, Jairo Samperio o el alemán Marko Marin, pero se encontraron con el inspirado meta Rafal Gikiewicz.

Los sevillistas estuvieron con muchas dudas en defensa, y el equipo polaco estuvo cerca de poner el 0-2 al crecerse por momentos y jugar muy a gusto a la contra. Rakitic, en la jugada menos clara de las que gozó el Sevilla para marcar, lo hizo con un lanzamiento de falta en el que el balón pasó por bajo entre una nube de jugadores y eso dejó el empate a uno al descanso y con mucho que corregir en los vestuarios.

La segunda parte empezó de forma parecida a la primera, con un equipo local con ganas de controlar y darle la vuelta marcador, pero sin precisión, y con un visitante crecido a la contra ante los continuos desajuste defensivos del rival.

A los diez minutos de la reanudación, los de Emery se encontraron con la expulsión del lateral izquierdo brasileño Dudú, por hacerle falta a Jairo en una clara ocasión de marcar, y minutos después ingresó al campo el delantero colombiano Carlos Bacca, con lo que el partido empezó a ser dominado por el Sevilla con clara vocación atacante.

Así, Marin, uno de los destacados del conjunto hispalense gracias a sus buenos destellos de calidad, logró el 2-1 con mucho partido por delante y ya con el equipo polaco centrando todos sus esfuerzos la defensa, lo que no fue suficiente para que el delantero francés Kevin Gameiro lograra el tercero local a falta de cinco minutos para que se cumpliera el tiempo reglamentario y que Marin marcara de forma espectacular en segundo de su cuenta personal para dejar un 4-1 tranquilizador para la vuelta