martes, 7 de julio de 2020

1-0: CAMINO HACIA LA CHAMPIONS LEAGUE

El argentino Ocampos hizo el gol del triunfo ante el Eibar y paró ante Dmitrovic una clara opción de los eibarreses sobre el añadido. El Sevilla se sitúa seis puntos por encima del quinto a falta de solo cuatro jornadas.

Era difícil pronosticar un guión así para un partido tan importante. El Sevilla FC dio un paso de gigante hacia la Liga de Campeones en un duro encuentro ante un correoso Eibar. El nombre propio fue Ocampos, que marcó el único gol del partido antes de la hora de partido y atajó en el descuento la más clara de los visitantes, en las botas del guardameta Dmitrovic. No, no es un error. La inoportuna lesión de Vaclík deparó una última jugada no apta para cardíacos, pero con final feliz para los de Lopetegui.

Tras un día con temperaturas por encima de los 40 grados, la noche dio algo de tregua pero lógicamente no la suficiente. El Sevilla notó la exigencia en los primeros minutos y le costó imponerse a un Eibar que optó por una presión muy alta desde el inicio pero sin finalización, más allá de una acción aislada que acabó en los guantes de Vaclík. Inui volvió a intentarlo cerca de la media hora, esta vez en una acción más elaborada que acertó a enviar a córner con reflejos Sergi Gómez.

Pasada la pausa de hidratación cambiaron las tornas y el Sevilla hizo el ruido que no pudo hacer hasta entonces. A cuatro para el descanso la tuvo Ocampos, tras un robo con mucha fe que le permitió plantarse en el área vasca pero sin opción de remate. En el córner que generó esa misma acción llegaba la polémica, por unas clarísimas manos de Burgos que ni tan siquiera entró a revisar el VAR. Aún hubo tiempo para un mano a mano de Ocampos ante Dmitrovic, aunque el argentino no consiguió darle la comba necesaria y el balón salió de fondo.

Siguió sin estar cómodo el Sevilla en la reanudación. De hecho a punto estuvo de adelantarse el equipo armero con una acción a balón parado y un remate de Burgos sobre la línea que no tuvo éxito por milímetros. Perdonó el Eibar y lo pagó muy caro, pues casi sin solución de continuidad iba a estrenarse el marcador. Acción marca de la casa de Jesús Navas, centro con la izquierda y remate con el exterior de Ocampos, que coge a contrapie a Dmitrovic para anotar su gol número 13. Lopetegui refrescó su once pronto, dando entrada a En Nesyri y Jordán por De Jong y Óliver, respectivamente.

El Sevilla se sintió más cómodo con la ventaja porque encontraba esos espacios que no tenía con la igualdad en el marcador. El Eibar se acercaba de forma tímida y se podía intuir de forma más clara el segundo del Sevilla. Lopetegui agotó sus cambios con la entrada de Gudelj, Reguilón y Suso y este último pudo matar el partido a dos para la conclusión. Fue tras una acción perfecta de Jordán sobre la línea de fondo, que cedió atrás para el gaditano. Dmitrovic evitó el 2-0 con una parada providencial.

Lo inesperado quedaba para el añadido. Con el añadido casi cumplido la tuvo Kike García con un tiro al poste. En la caída se lesionó Vaclík y ya sin cambios tuvo que colocarse bajo los palos... ¡Ocampos! El Eibar la colgó y hubo un par de remates, incluido del guardameta Dmitrovic. Pero Ocampos atajó y Navas sacó bajo los palos para un final de película. El Sevilla se pone con seis sobre el quinto y se acerca mucho más al gran objetivo de la Liga de Campeones.

martes, 30 de junio de 2020

0-3: Tenía que ganar y lo hizo.

El Sevilla FC doblega con autoridad al Leganés con un doblete de Óliver y un tercero de Munir y vuelve a distanciarse a la espera de que se complete la jornada.

El Sevilla FC vivió este martes su partido más plácido desde el esperado regreso de LaLiga y sumó tres puntos vitales en tierras madrileñas. Un doblete de Óliver Torres en la primera parte escenificó el buen hacer sevillista y permitió afrontar con tranquilidad la reanudación. Un segundo tiempo en el que el Leganés pudo tener más iniciativa pero en la que los de Lopetegui volvieron a golpear con un gran remate de Munir que le puso la guinda al triunfo.

El Leganés llegaba a la cita con más ilusión que opciones reales, pero conociendo la filosofía de su entrenador, lo más aconsejable era darle las menores alas posibles y así lo hizo el Sevilla. En el primer minuto y con un descomunal pase de Ocampos, En Nesyri rozó el 0-1 pero falló en los últimos metros. Poco después el marroquí volví a probar suerte tras un remate en semifallo de Navas que no vio portería. El Leganés apenas inquietaba y solo Roque Mesa, con un par de disparos lejanos, le dio plano televisivo a Vaclík.

Faltaba únicamente abrir el marcador y lo hizo Óliver Torres pasado el ecuador de la primera parte. Córner que despeja Awaziem a zona peligrosa y disparo desde la frontal del extremeño que no puede tapar Cuéllar. La lata ya estaba abierta y Suso lo volvió a intentar con un remate con el interior. Guerrero tuvo la única clara del Leganés a centro de Bryan con paradón de Vaclík, y la falta de acierto pepinera tendría la máxima penalización posible.

Apenas un minuto después, internada de Jesús Navas por la derecha, pase a Óliver y nuevo gol del ex del Oporto, que remató con mucha tranquilidad ante Cuéllar. Restaban diez minutos para el descanso, más los cinco de alargue. El Leganés recuperó algo de posesión y merodeó ante Vaclík, aunque sin el peso específico suficiente como para pensar en acortar el marcador. La segunda parte comenzó con un Leganés algo espoleado pero sin mordiente y con Bryan Gil como jugador más incisivo. En el banquillo sevillista, Banega fue el primer recambio pasada la hora de partido, en lugar de Suso.

Lopetegui tenía claro que el riesgo tenía que asumirlo el rival y planteó una segunda parte más estática, mientras el Leganés se estrellaba una y otra vez con la zaga hispalense. Para fortalecer aún más ese muro, el técnico vasco dio entrada a Fernando, mientras que Munir refrescó el ataque. Suso y Jordán, por su parte, guardaron fuerzas para una recta final de campeonato que se presume de lo más exigente.

90 minutos igualan a culquier equipo de LaLiga, pero la calidad marca la diferencia y la puso Munir para sentenciar a diez para el final. Tras recoger un rechace y driblar a Rosales, el atacante la puso con una rosca perfecta para anotar el definitivo 0-3. Premio para un jugador que está destacando tras el parón y que volvió a ver portería. Con el Villarreal visitando Valdebebas y el Villarreal Heliópolis, habrá que ver en qué queda una jornada en la que el Sevilla FC, pase lo que pase, habrá hecho sus deberes.

sábado, 27 de junio de 2020

1-1:CUARTO EMPATE CONSECUTIVO

Empate que sabe a poco ante un Valladolid que se adelantó en la única que tuvo en el primer tiempo. Ocampos, de penalti, anotó el empate definitivo en la recta final.

Era un partido decisivo. Los tres puntos se antojaban fundamentales para aprovechar los duelos directos del fin de semana. Sin embargo, el Sevilla FC sigue buscando la segunda victoria de la reanudación liguera y solo pudo sumar un punto ante la visita del Real Valladolid. Cuando empezaban a carburar los de Lopetegui, Olivas anotaba el 0-1 en una acción de estrategia en la primera parte. En la segunda, con toda la iniciativa, los sevillistas acabaron igualando de penalti a siete para el final.

Ya estaban advertidos Julen Lopetegui y sus hombres de la dificultad de un rival como el Real Valladolid, que había vendido muy cara su piel en el Wanda y había frenado al Getafe en Zorrilla en sus dos últimos encuentros. Y lo cierto es que se vio a un Valladolid bien plantado y muy junto en los primeros compases, dificultando mucho la creación sevillista. Cumplido el cuarto de hora llegó el primer aviso, de Ocampos con un tiro cruzado que se marchó fuera. A partir de ahí el Sevilla tuvo sus mejores minutos, probando a Masip nuevamente con un cabezazo de De Jong y un nuevo remate de Ocampos, que la mandó al larguero.

El Valladolid intentaba robar en el centro del campo pero no inquietaba a Vaclík. Eso sí, en la primera que tuvo aprovechó la pizarra para adelantarse. Falta en profundidad de Míchel y cabezazo certero de Olivas, que se anticipa a Fernando y supera a Vaclík con precisión. Duro golpe para el Sevilla, que apenas pudo reaccionar en los 20 minutos que restaban hasta el descanso. De hecho, ninguno de los dos equipos volvió a estar cerca del gol en toda la primera parte, en la que el Sevilla no lograba encontrar el camino y el equipo blanquivioleta se sentía muy cómodo.

Como en Villarreal, Lopetegui movió ficha al descanso, en este caso con dos variantes. Jordán y Suso ocuparon el sitio de Fernando y De Jong. Y aunque el Sevilla dinamizó el ataque con la entrada del gaditano y el cambio de banda de Ocampos, el Valladolid seguía muy firme. Todo balón colgado al área era despejado por la zaga castellana, que eso sí, ya no se descolgaba en ataque con tanta facilidad. Por suerte, uno de esos balones al área, teledirigido por Navas, lo remató el enrachado Munir, pero el colegiado acabó anulando el gol a instancias del VAR, pues el pie del hispano-marroquí estaba adelantado.

Oportunidad de oro que se iba al limbo, pero el Sevilla lo siguió intentando ya con En Nesyri sobre el césped. Hubo que esperar casi hasta el final, pero ya en los diez últimos minutos de partido llegaría un remate de Escudero que acaba con el balón entre el cuerpo del propio En Nesyri y el brazo de Javi Sánchez. Penalti decretado por Pizarro Gómez y convertido con frialdad por Ocampos para llevarse al menos algo de un partido que el Valladolid estaba exprimiendo al límite. Pero no era el día y lo cierto es que quien más cerca estuvo de volver a desequilibrar el marcador fue el Valladolid.

Tuvo dos claras, sobre todo la primera, de Rubén Alcaraz. El blanquivioleta se escabulló por la izquierda y se quedó frente a Vaclík, que sacó una mano prodigiosa para enviar a córner. Poco después era Ünal el que probaba al meta checo, que volvía a desenvolverse con seguridad. Al final, punto que lógicamente sabe a poco en casa y cuyo valor lo determinarán los duelos directos de esta jornada 32. La próxima cita nervionense, el martes en Leganés.

martes, 23 de junio de 2020

2-2: Y SE QUEDA CON LA MIEL EN LOS LABIOS

El Sevilla FC se repuso de un 2-1 en la primera parte y dominó de cabo a rabo la reanudación. Munir puso las tablas y el equipo merodeó la remontada, pero los de Lopetegui suman el tercer empate consecutivo.

Queda claro y más en estas condiciones tan concretas, que el fútbol actual se basa en partidos dentro de partidos. El Villarreal no dominó prácticamente en ninguna fase del de esta tarde en La Cerámica, pero aprovechó las que tuvo y obligó al Sevilla a ir a remolque. Los nervionenses, que no caen en LaLiga desde su visita a Balaídos, aceptaron el reto y lograron igualar por partida doble con golazos de Escudero y Munir. Mereció el tercero el equipo hoy de azul, pero se queda con la miel en los labios ante un Villarreal que se acabó apagando físicamente.

Salió el Sevilla como acostumbra fuera de casa. Balón en propiedad y toque en campo rival intentando demostrarle al Villarreal quién mandaba. En los primeros cinco minutos ya hubo dos acercamientos a la portería de Asenjo, un pase de En Nesyri atrás que remata mal Koundé y un centro del francés al que no llega el marroquí por muy poco. El Sevilla no permitía desplegarse al Villarreal, pero los amarillos no van faltos de pólvora y solo necesitaron una para ponerse por delante. O mejor dicho dos en una, pues el centro lateral que remató Anguissa lo pudo atajar Vaclík, pero no el balón muerto resultante, que lo mandó dentro Alcácer.

Se desconectó en cierta manera el Sevilla, que intentaba prácticamente todos sus acercamientos por la derecha pero sin precisión en el último pase. Curiosamente, a solo seis para el 45, el empate iba a llegar por la izquierda, con un zurdazo de Escudero desde el pico del área ante el que nada pudo hacer Asenjo. El colegiado había decretado uno de alargue, pero Escudero necesitó ser atendido y Sánchez Martínez amplió a cuatro la prolongación. Curiosamente en el cuarto de añadido iba a llegar el 2-1, en un córner evitable que permitió a Pau Torres rematar en el primer palo el balón medido de Cazorla. Mazazo justo antes de los vestuarios.

Un tanto que tuvo su incidencia en la vuelta al césped. Lopetegui realizó tres cambios de una tacada, dando entrada a tres de los habituales titulares tras el parón. Con Navas, Ocampos y Munir el equipo volvió a sentirse dominador y volvió a hacerse con la manija del encuentro. Al borde de la hora de partido avisó, de hecho, Jordán, con un cabezazo a centro de Navas que Asenjo sacó con reflejos. Cuatro minutos más tarde, en el 63, llegaba de nuevo la igualada. Mismo inicio de la jugada, con un centro más bombeado de Jesús y un gran remate en escorzo de Munir, que se la cruzó a Asenjo en el segundo palo.

En la siguiente pudo replicar Gerard Moreno de vaselina, pero Koundé, que se está especializando, la sacó bajo los palos antes de que la acción se anulase. Hasta ahí la energía de un Villarreal que se fue apagando y acabó dando por muy bueno el punto pronto. Franco Vázquez le dio más circulación de balón a su equipo en la medular y el Sevilla enseñó los dientes con presión y con ocasiones. De Jong, quinto y último cambio, protagonizó un gol anulado y un cabezazo que le sacó de nuevo providencial Asenjo.

El partido murió en el área amarilla, pero los acercamientos sevillistas no dieron para más de un punto, el tercero de forma consecutiva tras la victoria en el derbi con el que se retomaba la competición. El Sevilla vuelve a ser tercero antes de que vuelvan a jugar el Atlético y mantiene a raya a los castellonenses, que siguen a cinco. El viernes a las 22.00 horas, la quinta cita de esta recta final, en casa ante el Valladolid.

sábado, 20 de junio de 2020

0-0: PLANTÓ CARA Y TUVO SU MOMENTO PARA LOGRAR ALGO MÁS ANTE EL LÍDER

Emocionante partido sin goles el vivido en el Ramón Sánchez-Pizjuán, que mantiene al Sevilla invicto tras el parón pese a recibir al líder. Tras sobreponerse en la primera parte, el Sevilla tuvo las mejores tras el descanso y pudo incluso ganar.

Merecido punto para el Sevilla FC ante el FC Barcelona en un partido de momentos. Los iniciales fueron visitantes, pero cumplida la media hora el equipo de Lopetegui se supo reponer y a partir de ahí el Barcelona prácticamente no volvió a inquietar a Vaclík. Aunque los azulgranas volvieron a la carga en la recta final, el que más inquietó fue un Sevilla que las tuvo a la contra, aunque el marcador no se movió.

Empezó fuerte el Barcelona, que encontraba espacios en campo rival y que a los dos minutos probó por primera vez a Vaclík con un disparo de Luis Suárez desde la frontal que atajó el guardameta sevillista. El dominio territorial era azulgrana, sobre todo aprovechando las pérdidas sevillistas en la medular para lanzar contras rápidas que permitieran a Messi profundizar. Precisamente el argentino la tuvo a balón parado antes del cuarto de hora, pero Koundé, retrocediendo hacia la línea de gol, despejó providencialmente de cabeza.

Bastante más lejos volvió a probar el albiceleste tras una inexistente falta de Diego Carlos sobre Braithwaite, pero esta vez la ventaja fue de Vaclík, que se hizo con ella en dos tiempos. El balón era de los visitantes, mientras el Sevilla intentaba armar el juego desde la frontal de su área, justo donde solían morir las llegadas catalanas gracias a la buena disposición tanto de los centrales como de Jordán. Óliver y Munir eran los mayores protagonistas a la hora de dinamizar el ataque sevillista. Sin embargo, la única clara de todo el primer tiempo había nacido de las botas de Koundé, con un balón rechazado que el francés cruzó demasiado a la derecha de Ter Stegen.

El último cuarto de hora previo al descanso fue mucho más equilibrado, con el Sevilla pisando más el área rival y sin tantos espacios para la contra barcelonista. Y antes del paso por los vestuarios polémica, con un empujón claro de Messi sobre Diego Carlos, ya con el juego parado, que acabó en amarilla... para Fernando y Busquets. El segundo acto comenzó con un Sevilla bien plantado, ya con Banega sobre el césped y con mayor dominio en la medular. Curiosamente, los de Setién solo tuvieron una entre los tres palos en toda la segunda parte, una falta lejana de Messi que Vaclík mandó a córner para asegurar.

A partir de ahí se vio un partido de poder a poder, en el que el Barcelona es cierto que tuvo más dominio, pero también sufría mucho más al contragolpe. Antes de la hora de partido la tuvieron tanto Ocampos como Munir, pero Ter Stegen volvió a ser providencial. Con los cambios Lopetegui fue ganando en seguridad para los suyos y Fernando terminó de erigirse como el mejor de su equipo. Casi al final pudo decidir Reguilón, que cazó un rechace dentro del área sin poder engancharla con todo. Eso sí, tocó sufrir en el descuento con un Barcelona volcado, pero sin mordiente.

El Sevilla se hace protagonista en la pelea por el título, pero lo único que importa de verdad es que sigue sumando -ya son siete jornadas seguidas sin perder-. Pase lo que pase seguirá esta jornada entre los cuatro primeros y pronto tocará pensar en la visita del lunes a Villarreal, único equipo que lo ha ganado todo desde la reanudación.

martes, 16 de junio de 2020

1-1: NO PUDO SENTENCIARLO Y LE ACABÓ COSTANDO CARO

Punto que sabe a poco para el Sevilla FC, ante un Levante que se mantuvo vivo hasta el final y acabó igualando el gol de De Jong de la forma más inesperada. Los locales tuvieron, incluso, la remontada en sus botas al final
Jugar cada tres días implica olvidarse muy pronto del pasado. De la lógica alegría del pasado jueves en El Gran Derbi, el Sevilla FC pasa a la agridulce sensación de haberse dejado dos puntos que casi saboreaba. Tras el mejor inicio posible de la segunda parte con el gol de De Jong, Diego Carlos en propia meta decretaba el empate final. Justo antes Koundé había salvado ese empate milagrosamente y Mayoral tuvo incluso el segundo a un minuto del alargue.

Como el jueves, el Sevilla dejó pronto claro que quería la batuta del partido y con ella el balón. El juego de toque de los de Lopetegui no tardó en aparecer, pero curiosamente el primer tiro a puerta del encuentro fue granota. Balón interior para Coke, que se encontró con la pierna de Vaclík para que la acción acabase en córner. Los visitantes dominaban y merodeaban por la meta de Aitor, pero la réplica en el apartado de ocasiones llegó a balón parado. Falta botada por Munir en el pico del área que se estrella en el larguero cuando Aitor solo podía comprobar, sin margen de actuación, la trayectoria de la parábola.

De Jong también la tuvo desde fuera del área, con un disparo que entrañaba mucho más peligro antes de que un zaguero levantinista se interpusiera en la trayectoria y debilitase el tiro. A partir de ahí el Sevilla siguió dominando en posesión y territorialmente, pero los de Paco López se hicieron fuertes en su mitad del campo e impidieron el factor sorpresa hispalense. Sobre todo por la derecha, con Navas y Ocampos desdoblándose continuamente, llegaban balones al área que los azulgranas conseguían desactivar. De nuevo a balón parado y con el descanso asomando, una nueva falta lateral de Banega la peinó Koundé, pero sin la contundencia necesaria como para dirigir el balón hacia la portería.

Empezó la segunda parte y no pudo hacerlo de la mejor manera. Solo habían pasado unos segundos cuando un balón arriba de Diego Carlos se convirtió en un pase medido a la izquierda para Munir, que recibió y vio en el segundo palo a De Jong. Balón muy dulce para el neerlandés, que fusiló a Aitor para poner, con el suspense del VAR, a su equipo por delante. Casi a imagen y semejanza del derbi tuvo el segundo Diego Carlos, pero Hernández Hernández anuló su gol de cabeza a la salida de un córner por una discutible falta.

El Levante se fue más arriba y Lopetegui reaccionó nada menos que con un triple cambio pasada la hora de partido. Suso refrescó la banda, mientras que Óliver Torres y Diego Carlos apuntalaron un centro del campo por el que más lo intentaban los locales. En Nesyri y Ocampos cerraron el cupo de cambios mientras el dominio sevillista iba tornando en un peligroso avance de líneas del Levante. Aunque Escudero probó suerte desde lejos, Hernani puso el miedo en el cuerpo de los sevillistas en el minuto 86, con un disparo casi a placer que sacó a córner de forma milagrosa Koundé.

Casi en la siguiente acción llegaba el mazazo y el Levante igualaba con un centro de Miramón que despejó Vaclík al cuerpo de Diego Carlos, que sin quererlo batía a su propio guardameta. En plano shock sevillista estuvo a punto de remontar Mayoral, pero Vaclík esta vez sí pudo reaccionar y de qué forma. Tablas en un partido que al final pudo ser, pese a que el Sevilla mostró mucho más, para cualquiera de los dos. Y el viernes, el líder.